Para nadie resulta un secreto que el pasar a la inmortalidad es una de mis metas en la vida; y que mejor manera de empezar saliendo del anonimato.
Lo que si pudiera resultar un misterio revelado ahora, es mi gusto por escribir; aunque sé que para uno de mis mejores amigos, esto no sería más que un motivo más para evitar espacios tan profanos para la literatura castellana, como este; “Kundera estaría orgulloso de leer su blog” – diría él, en su muy característico y compartido por mi, sarcasmo.
Decenas de veces intenté escribir un libro, desde muy temprana edad. A mis 12 años escribía pequeños relatos sobre la vida de una zanahoria en su aventura por no ser comprada en un supermercado, o sobre un ser repugnante como una cucaracha evitando ser aniquilada por un zapatazo; por su puesto todas esas hojas fueron tragadas por mi bote de basura en algún momento de los 11 años que han precedido a ese momento.
Uno o dos años después, cuando una de las cosas que más he disfrutado aprender en la vida, el escribir mecanográficamente, me fue instruido, empecé a intentar hacer novelas. La primera y la única que logré terminar era acerca de un grupo de 4 señoritas adolescentes que cursaban la secundaria y cuya vocación era la música, y por si alguna duda quedara de la transferencia, mecanismo de defensa empleado por muchos de nosotros en casi cualquier momento, cabe aclarar que todas esas cualidades eran parte de mi vida en dicho momento, la única deferencia es que aquellas chicas de mi novela, si lograban su sueño, aunque acababa en final trágico con la muerte de una de ellas.
Así fue como fui intentando realizar una obra literaria de valor, bueno, del gusto de alguien ya de perdida, pasé de una novela de adolescentes al intento de una novela cuyo momento se desarrollaba al final del año 1917, en donde una joven doncella de una familia hacendada, luchaba por romper con los esquemas de las aspiraciones de toda señorita de sociedad, una idea que todavía no desecho de mi mente, mas la cual nunca he logrado desenrollar en mas de 3 páginas.
Es entonces cuando llegamos a este momento, en donde la tecnología, la globalización y el egocentrismo se unen para realizar un proyecto, el cual espero llegue a ser leído por más de 2 personas, tomando en cuenta que una soy yo.Dedicando esta primera entrada a mi muy querido amigo cuyo nombre será sustituído por el apelativo “Sargento Pimienta” de ahora en adelante, y a quien le gustará mucho mi blog, pues será asemejable al complejo flujo de conciencia de Joice James, me despido.
Desde el Puente de Londres para el mundo.
KARA
Este es un espacio para compartir con ustedes un poco de la aventura que significa vivir.
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sábado, 23 de agosto de 2008
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