“no hay casualidades, solo causalidades”
Tras una sequía de inspiración retórica de 2 meses, ayer me senté frente al televisor y mientras veía el rescate del primer minero en Chile y escuchaba decir a uno de los periodistas “la vida de estos 33 mineros jamás volverá a ser la misma”, decidí que era hora de hablar de lo que yo siempre llamo “las señales”.
Percibir día a día con nuestros sentidos, miles de olores, texturas, imágenes, sabores y ruidos distintos, sin suponer que todas y cada una de esas impresiones ya ocupan un lugar específico en nuestro destino.
Todo lo que desde hace aproximadamente 5 años entretejí como una hipótesis de las coincidencias, se me rebeló como una teoría científica en forma de libro, escrito de la mano de Deepak Chopra.
Reencontrarme hace a penas algunos meses con amigas de la infancia, sostener con ellas conversaciones existenciales, escuchar relatos de experiencias extrasensoriales, narrar estas mismas historias a 2 amigos, que una de ellos se interesara tanto en el tema, que ella se topara con un libro, que me recomendara dicho libro, y que finalmente yo esté sentada aquí frente a la computadora viendo en retrospectiva la cadena de sucesos que se desenvolvieron para que hoy yo se los comparta a ustedes, no puede ser otra cosa que “una señal”.
Los 33 mineros atrapados en Chile, por su parte, vivieron, con certeza, un sin fin de experiencias que por ahora los tiene, hasta este momento a 19 de ellos, a 700 metros en el subsuelo, porque ello sería parte de su historia personal, lo que Chopra define como “lo que el universo quiere hacer de ellos”.
La diferencia en nuestras vidas radicará en la forma en que reaccionemos ante los sucesos ordinariamente extraordinarios con los que nos tropezamos cada minuto, “Podemos ignorar esas señales y seguir adelante o podemos prestarles atención y vivir el milagro que está esperándonos”.
No fue casualidad que Yonny Barrios, quien a 700 metros arriba de él desató un lío de faldas al poner, involuntariamente, frente a frente a su esposa y a su amante, haya decidido doblar turno en un día en el que no debía ni si quiera trabajar, y ahora a 5 puestos de volver a la luz, con seguridad estará comprendiendo lo que el sincrodestino preparó para él.
Hoy, permanezco expectante a los mensajes que Dios me envía con cada persona con quien cruzo mi camino. Observo, absorbo y simplemente vivo, confiando en que el universo siga, como hasta ahora, conspirando.
Desde El Puente de Londres para el mundo
KARA
Este es un espacio para compartir con ustedes un poco de la aventura que significa vivir.
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miércoles, 13 de octubre de 2010
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